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El cuerpo humano es una máquina increíblemente compleja y fascinante. Una de las partes más cruciales de esta máquina es el sistema nervioso periférico. ¿Sabías que este sistema es responsable de llevar información desde el cerebro y la médula espinal al resto del cuerpo? En este artículo, exploraremos en profundidad el sistema nervioso periférico, cómo funciona y por qué es tan vital para nuestra salud. Prepárate para descubrir todo lo que siempre quisiste saber sobre este sistema esencial.
El sistema nervioso periférico (SNP) es una red de nervios que se extiende por todo el cuerpo, conectando el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) con los músculos, órganos y piel. Esta red es fundamental para coordinar y controlar nuestras acciones, desde los movimientos voluntarios hasta las funciones automáticas como la respiración y la digestión.
El sistema nervioso periférico se divide en dos partes principales:
1. Sistema Nervioso Somático: Este controla los movimientos voluntarios y la transmisión de información sensorial al sistema nervioso central. Por ejemplo, cuando tocas una superficie caliente y retiras la mano rápidamente, el sistema nervioso somático está actuando.
2. Sistema Nervioso Autónomo: Este regula las funciones involuntarias del cuerpo, como la frecuencia cardíaca, la digestión y la respiración. Se subdivide a su vez en:
– Sistema Nervioso Simpático: Prepara el cuerpo para situaciones de estrés o emergencia.
– Sistema Nervioso Parasimpático: Conserva y restaura la energía, favoreciendo las funciones de descanso y digestión.
El sistema nervioso periférico desempeña múltiples funciones vitales. Algunas de las más importantes incluyen:
El SNP transmite información sensorial desde los receptores del cuerpo hasta el sistema nervioso central. Esto incluye sensaciones de tacto, dolor, temperatura y posición del cuerpo. Gracias a esta función, podemos percibir y reaccionar a nuestro entorno de manera adecuada.
Los nervios periféricos llevan las señales del cerebro y la médula espinal a los músculos esqueléticos, permitiendo movimientos conscientes como caminar, correr y escribir. Sin el sistema nervioso periférico, no podríamos realizar estas acciones.
El sistema nervioso autónomo, una parte del SNP, regula funciones automáticas que no controlamos conscientemente, como el ritmo cardíaco, la presión arterial y la digestión. Estas funciones son esenciales para mantener la homeostasis y el equilibrio en el cuerpo.
El sistema nervioso periférico puede verse afectado por diversas enfermedades y trastornos. Algunos de los más comunes incluyen:
La neuropatía periférica es un trastorno que ocurre cuando los nervios periféricos están dañados. Esto puede causar debilidad, entumecimiento y dolor, generalmente en las manos y los pies. Las causas pueden incluir diabetes, infecciones, lesiones traumáticas y exposición a toxinas.
Este es un trastorno autoinmune en el que el sistema inmunitario ataca los nervios periféricos. Los síntomas pueden incluir debilidad muscular, entumecimiento y, en casos graves, parálisis. Aunque la causa exacta es desconocida, a menudo ocurre después de una infección viral o bacteriana.
La neuropatía diabética es una complicación común de la diabetes, resultante del daño a los nervios periféricos debido a niveles altos de azúcar en la sangre. Los síntomas pueden variar desde entumecimiento y dolor en las extremidades hasta problemas digestivos y cardiovasculares.
Mantener la salud del sistema nervioso periférico es crucial para una vida activa y saludable. Aquí hay algunas estrategias para prevenir y tratar los trastornos del SNP:
Adoptar un estilo de vida saludable puede ayudar a prevenir muchos problemas del sistema nervioso periférico. Esto incluye una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el consumo de alcohol y tabaco. Mantener un buen control de enfermedades crónicas como la diabetes también es fundamental.
En casos de trastornos severos, los tratamientos médicos pueden incluir medicamentos, terapia física, e incluso cirugía. Es importante consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
El cuidado quiropráctico puede ser beneficioso para mantener la salud del sistema nervioso periférico. Los quiroprácticos se especializan la detección, corrección y prevención de las alteraciones del sistema neuro-músculo-esquelético, especialmente los desequilibrios de la columna vertebral que afectan al funcionamiento del sistema nervioso, del cuerpo y de la salud en general.
El sistema nervioso periférico es una parte fundamental del cuerpo humano, esencial para la transmisión de señales sensoriales y motoras, así como para la regulación de funciones involuntarias. Comprender cómo funciona este sistema y cómo mantenerlo saludable es crucial para el bienestar general. Si experimentas síntomas de problemas nerviosos, es importante buscar al profesional adecuado.
Te animamos a que te cuides desde ahora, sin esperar a sentirte mal o tener diversos síntomas.
Estas son algunas de las respuestas esperamos resolver tus dudas sobre la quiropráctica, para mas información visita nuestra FAQ
Sí, muy seguro. El ajuste quiropráctico actúa sobre el sistema nervioso, con la finalidad de permitir que la capacidad de recuperación del propio cuerpo funcione con normalidad.
Son millones de pacientes, de todas las edades y gran variedad de casos y severidad, que van al quiropráctico sin sufrir efectos negativos.
¿Por qué? La quiropráctica tiene un excelente historial de seguridad, ya que evita procedimientos invasivos.
Varios estudios han demostrado que la atención quiropráctica es 250 veces más segura que el tratamiento con medicamentos antiinflamatorios.
El objetivo de la quiropráctica es permitir que el organismo funcione mejor en todos los sentidos.
Cada célula de nuestro cuerpo está regulada por el sistema nervioso central.
La quiropráctica se centra en corregir lo que llamamos subluxaciones vertebrales, que son interferencias que se producen a nivel vertebral que impiden que el organismo realice todas las funciones adecuadamente, por lo tanto, impide que disfrutemos de una salud óptima.
La gran mayoría de sus usuarios se sienten mejor, se recuperan más rápido y minimizan el uso de medicamentos y cirugías.
Muchos de los que utilizan la quiropráctica notan que gestionan mejor el estrés, tienen más vitalidad y disfrutan más de su día a día.
No. La quiropráctica es una profesión sanitaria complementaria y distinta a la medicina (según la OMS).
Se estudia en universidades de quiropráctica especializadas. El profesional quiropráctico recibe una formación mínima de 5 años que garantiza la calidad y la seguridad del servicio que ofrece.
En los estudios de quiropráctica no se estudia farmacología ni cirugía, pero se profundiza en el estudio de fisiología, anatomía, radiología, neurología y técnicas específicas manuales quiroprácticas.
Dado que en España esta profesión aún no está homologada, es muy importante acudir a un quiropráctico “de verdad”.
Existen personas que se aprovechan de este vacío legal para realizar manipulaciones en la columna vertebral sin los estudios superiores en quiropráctica.
Por ese motivo, si buscas un quiropráctico, te recomendamos que consultes en la web de la Asociación Española de Quiropráctica los profesionales que sí tienen el título correspondiente.
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