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¿Sabías que la quiropráctica no solo alivia el dolor físico, sino que también puede tener un impacto positivo en el sistema nervioso autónomo? En este artículo, exploraremos en detalle cómo la quiropráctica y el sistema nervioso autónomo están interconectados y cómo los ajustes quiroprácticos pueden mejorar tu bienestar general.
El sistema nervioso autónomo (SNA) es una parte del sistema nervioso que controla las funciones corporales involuntarias, como la respiración, la frecuencia cardíaca, la digestión y la presión arterial. Está dividido en dos ramas principales:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la Quiropráctica como «La profesión sanitaria que se ocupa del diagnóstico, el tratamiento y la prevención de los trastornos del sistema neuromusculoesquelético y de los efectos de dichos trastornos sobre la salud en general».
La quiropráctica se centra en ajustar los segmentos de la columna que están afectados por subluxaciones vertebrales. El objetivo principal es restaurar la funcionalidad normal de la columna vertebral, eliminando las alteraciones en el sistema nervioso.
Los quiroprácticos realizan ajustes quiroprácticos en puntos clave. Este enfoque delicado y específico ayuda a corregir las subluxaciones, promoviendo la salud y el bienestar general del paciente.
La columna vertebral protege la médula espinal, que es la principal vía de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Las desalineaciones vertebrales pueden interferir con esta comunicación, afectando el funcionamiento del sistema nervioso autónomo. Los ajustes quiroprácticos corrigen estas desalineaciones, mejorando la transmisión de señales nerviosas y optimizando la función del SNA.
Los ajustes quiroprácticos pueden influir en el equilibrio entre las ramas simpática y parasimpática del SNA. Al aliviar la tensión y el dolor, la quiropráctica puede ayudar a reducir la activación del sistema nervioso simpático y promover una respuesta parasimpática, favoreciendo la relajación y la recuperación.
El sistema nervioso autónomo también regula muchas funciones inmunológicas. Al mejorar la comunicación nerviosa y reducir el estrés, la quiropráctica puede tener un efecto positivo en la respuesta inmunológica del cuerpo, ayudando a mantener un estado de salud general óptimo.
Muchos pacientes informan una mejor calidad del sueño después de recibir ajustes quiroprácticos. Esto se debe a la capacidad de la quiropráctica para promover la relajación y reducir la tensión, lo que puede mejorar la función del sistema nervioso autónomo y favorecer un sueño reparador.
Al equilibrar las funciones del sistema nervioso autónomo, la quiropráctica puede ayudar a reducir los niveles de ansiedad y estrés. La mejora de la función nerviosa y la reducción del dolor físico contribuyen a una mayor sensación de bienestar y calma.
El sistema nervioso parasimpático es crucial para la digestión. Al reducir las interferencias nerviosas, la quiropráctica puede mejorar las funciones digestivas, ayudando a aliviar problemas como el reflujo ácido, el síndrome del intestino irritable y otros trastornos digestivos.
Numerosos pacientes han experimentado mejoras significativas en su salud general gracias a la quiropráctica. Muchos informan una reducción en los síntomas relacionados con el sistema nervioso autónomo, como mejor digestión, menos ansiedad y un sueño más reparador.
La quiropráctica no solo se centra en aliviar el dolor físico, sino que también tiene un impacto profundo en el sistema nervioso autónomo, mejorando la comunicación nerviosa y promoviendo el bienestar general. Si estás buscando una manera natural de mejorar tu salud y equilibrio, considera consultar a un quiropráctico para explorar cómo este enfoque puede beneficiarte.
Te animamos a que te cuides desde ahora, sin esperar a sentirte mal o tener diversos síntomas.
Estas son algunas de las respuestas esperamos resolver tus dudas sobre la quiropráctica, para mas información visita nuestra FAQ
Sí, muy seguro. El ajuste quiropráctico actúa sobre el sistema nervioso, con la finalidad de permitir que la capacidad de recuperación del propio cuerpo funcione con normalidad.
Son millones de pacientes, de todas las edades y gran variedad de casos y severidad, que van al quiropráctico sin sufrir efectos negativos.
¿Por qué? La quiropráctica tiene un excelente historial de seguridad, ya que evita procedimientos invasivos.
Varios estudios han demostrado que la atención quiropráctica es 250 veces más segura que el tratamiento con medicamentos antiinflamatorios.
El objetivo de la quiropráctica es permitir que el organismo funcione mejor en todos los sentidos.
Cada célula de nuestro cuerpo está regulada por el sistema nervioso central.
La quiropráctica se centra en corregir lo que llamamos subluxaciones vertebrales, que son interferencias que se producen a nivel vertebral que impiden que el organismo realice todas las funciones adecuadamente, por lo tanto, impide que disfrutemos de una salud óptima.
La gran mayoría de sus usuarios se sienten mejor, se recuperan más rápido y minimizan el uso de medicamentos y cirugías.
Muchos de los que utilizan la quiropráctica notan que gestionan mejor el estrés, tienen más vitalidad y disfrutan más de su día a día.
No. La quiropráctica es una profesión sanitaria complementaria y distinta a la medicina (según la OMS).
Se estudia en universidades de quiropráctica especializadas. El profesional quiropráctico recibe una formación mínima de 5 años que garantiza la calidad y la seguridad del servicio que ofrece.
En los estudios de quiropráctica no se estudia farmacología ni cirugía, pero se profundiza en el estudio de fisiología, anatomía, radiología, neurología y técnicas específicas manuales quiroprácticas.
Dado que en España esta profesión aún no está homologada, es muy importante acudir a un quiropráctico “de verdad”.
Existen personas que se aprovechan de este vacío legal para realizar manipulaciones en la columna vertebral sin los estudios superiores en quiropráctica.
Por ese motivo, si buscas un quiropráctico, te recomendamos que consultes en la web de la Asociación Española de Quiropráctica los profesionales que sí tienen el título correspondiente.
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