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La neuralgia intercostal es una condición que puede causar un dolor intenso y persistente en la zona torácica, afectando seriamente la calidad de vida. Pero, ¿qué es exactamente la neuralgia intercostal y cómo puede la quiropráctica ofrecer alivio? En este artículo, exploraremos a fondo esta condición y su relación con la quiropráctica.
La neuralgia intercostal se refiere al dolor que afecta los nervios intercostales, los cuales se encuentran entre las costillas y se extienden desde la columna vertebral hasta el frente del pecho. Este dolor puede variar desde una sensación de ardor o pinchazo hasta un dolor profundo y agudo, que puede dificultar la respiración y limitar el movimiento.
Las causas de la neuralgia intercostal pueden incluir:
Los ajustes quiroprácticos pueden ser muy efectivos para corregir subluxaciones vertebrales que pueden estar causando presión sobre los nervios intercostales. Al alinear correctamente la columna, se puede aliviar la presión sobre los nervios, lo que puede reducir el dolor y mejorar la función general.
Los quiroprácticos también pueden ayudar a aliviar la tensión muscular en el área afectada, lo cual es esencial para reducir el dolor y mejorar la movilidad. La tensión muscular puede agravar la neuralgia intercostal, y al aliviar esta tensión, se puede lograr un alivio significativo.
La quiropráctica se centra en mejorar la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo a través del sistema nervioso. Al asegurar que la columna vertebral esté correctamente alineada, los quiroprácticos pueden ayudar a mejorar la función nerviosa, lo que puede ser crucial para la recuperación.
Además de ofrecer alivio, la quiropráctica también puede ayudar a prevenir futuros episodios de neuralgia intercostal. Los quiroprácticos pueden ofrecer asesoramiento sobre ejercicios y posturas que ayudan a mantener una columna vertebral saludable y reducir el riesgo de recurrencia.
La neuralgia intercostal es una condición dolorosa que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. La quiropráctica ofrece una opción natural y efectiva para el manejo de esta condición, enfocándose en la corrección de desalineaciones, el alivio de la tensión muscular y la mejora de la función nerviosa. Si experimentas dolor en el área torácica que podría estar relacionado con la neuralgia intercostal, considera consultar a un quiropráctico para explorar opciones de alivio y prevención.
Te animamos a que te cuides desde ahora, sin esperar a sentirte mal o tener diversos síntomas.
Estas son algunas de las respuestas esperamos resolver tus dudas sobre la quiropráctica, para mas información visita nuestra FAQ
Sí, muy seguro. El ajuste quiropráctico actúa sobre el sistema nervioso, con la finalidad de permitir que la capacidad de recuperación del propio cuerpo funcione con normalidad.
Son millones de pacientes, de todas las edades y gran variedad de casos y severidad, que van al quiropráctico sin sufrir efectos negativos.
¿Por qué? La quiropráctica tiene un excelente historial de seguridad, ya que evita procedimientos invasivos.
Varios estudios han demostrado que la atención quiropráctica es 250 veces más segura que el tratamiento con medicamentos antiinflamatorios.
El objetivo de la quiropráctica es permitir que el organismo funcione mejor en todos los sentidos.
Cada célula de nuestro cuerpo está regulada por el sistema nervioso central.
La quiropráctica se centra en corregir lo que llamamos subluxaciones vertebrales, que son interferencias que se producen a nivel vertebral que impiden que el organismo realice todas las funciones adecuadamente, por lo tanto, impide que disfrutemos de una salud óptima.
La gran mayoría de sus usuarios se sienten mejor, se recuperan más rápido y minimizan el uso de medicamentos y cirugías.
Muchos de los que utilizan la quiropráctica notan que gestionan mejor el estrés, tienen más vitalidad y disfrutan más de su día a día.
No. La quiropráctica es una profesión sanitaria complementaria y distinta a la medicina (según la OMS).
Se estudia en universidades de quiropráctica especializadas. El profesional quiropráctico recibe una formación mínima de 5 años que garantiza la calidad y la seguridad del servicio que ofrece.
En los estudios de quiropráctica no se estudia farmacología ni cirugía, pero se profundiza en el estudio de fisiología, anatomía, radiología, neurología y técnicas específicas manuales quiroprácticas.
Dado que en España esta profesión aún no está homologada, es muy importante acudir a un quiropráctico “de verdad”.
Existen personas que se aprovechan de este vacío legal para realizar manipulaciones en la columna vertebral sin los estudios superiores en quiropráctica.
Por ese motivo, si buscas un quiropráctico, te recomendamos que consultes en la web de la Asociación Española de Quiropráctica los profesionales que sí tienen el título correspondiente.
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