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La sacroileítis se refiere a la inflamación de la articulación sacroilíaca, que es la articulación que conecta el hueso sacro (ubicado en la base de la columna vertebral) con la parte superior de los huesos de la pelvis. Esta articulación desempeña un papel crucial en la transmisión de la carga del tronco inferior al esqueleto axial y proporciona estabilidad a la columna vertebral y la pelvis.
La inflamación de la articulación sacroiliaca puede ser causada por diversas razones, y las más comunes incluyen:
El embarazo puede provocar inflamación de la articulación sacroilíaca, ya que se producen hormonas que flexibilizan la articulación sacroilíaca, con el fin de facilitar el parto. Debido a esto, la articulación sacroilíaca pierde estabilidad y los músculos de la espalda aumentan su tono para contrarrestar este desequilibrio.
Este fenómeno es común debido a los cambios fisiológicos en el cuerpo de la mujer durante el embarazo.
La sacroileítis se manifiesta principalmente a través de dolor en la parte baja de la espalda (donde se encuentra la articulación sacroilíaca), que puede presentarse en uno de los lados, siendo más intenso en uno de ellos, o afectar a ambos.
Este dolor puede extenderse hacia los glúteos y las piernas, agravándose con actividades como caminar, subir escaleras, correr o estar de pie por períodos prolongados.
Es común que el dolor sea más intenso durante la noche o por la mañana temprano, mejorando a lo largo del día con el movimiento.
Fase Inicial: Durante la etapa inicial el enfoque principal es alinear y recuperar la movilidad de la articulación sacroilíaca, reduciendo la inflamación. Además de ajustar articulación sacroilíaca, se realizan ajustes en las articulaciones vertebrales afectadas por la mala posición del sacro y en las articulaciones del miembro inferior. Es esencial destacar que, aunque el dolor puede desaparecer en las primeras sesiones, la curación de los ligamentos puede llevar más tiempo.
Fase de Estabilización: Durante esta fase el objetivo es normalizar la función de la articulación sacroilíaca, y recuperar la fuerza. Seguimos con ajustes quiroprácticos específicos y técnicas de tejidos blandos en la zona lumbar y las articulaciones circundantes, para optimizar la función de la columna vertebral.
Fase de Mantenimiento: La fase final tiene como objetivo prevenir la recurrencia de los síntomas y mantener los beneficios a largo plazo.
Si sufres de dolor de espalda baja, o síntomas relacionados te recomendamos consultar con un quiropráctico.
En España, si buscas un quiropráctico verifica que sea miembro de la Asociación Española de Quiropráctica (AEQ), que reúne exclusivamente a los licenciados en Quiropráctica con título universitario expedido por alguna de las universidades de Quiropráctica reconocidas por el Consejo Europeo de Educación Quiropráctica.
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